La astrología es un saber ancestral que permite tener una visión profunda de tus procesos evolutivos mejorando la relación contigo mismo/a y el entorno. Las estrellas están allí para guiarnos, para inspirarnos, y recordarnos que hay que creer en las infinitas posibilidades.
Le pido inspiración a mi Mercurio en Piscis, y Hermes (Dios mensajero) ríe gentilmente. Les quiero contar una historia, mi historia. La que hizo posible que hoy puedas estar leyendo estas líneas, en mi web, después de varios años de desarrollo personal y crecimiento profesional.
Soy fundadora de Aime Terapias integrales donde brindo servicios de consultoría astrológica evolutiva, tarot y terapia floral.
Mi curiosidad por los saberes mitológicos, universales, y herméticos (que por suerte eso cambió) provienen de una persona muy especial para mí, en mi familia: Mi madrina, se llamaba Cristina. De pequeña (7,8 años) veía cómo se sentaba en su escritorio a calcular a mano las cartas astrológicas que estaba aprendiendo en casa XI, me sentaba con ella y siempre buscaba algún libro de su biblioteca para acompañarla y aprender algo de ese mundo fascinante y repleto de preguntas más que de respuestas. Me gustaba muchísimo pasar tiempo con ella, hablábamos de las intenciones de Luna, por dónde andaban los planetas (me enseñó a usar una hoja de calcar que pegaba en el vidrio de mi ventana para entender sus movimientos), de metafísica, leyes universales, de cábala, etc. Más crecía, más iba comprendiendo mi curiosidad sobre éstos saberes, pues claro, la tía sabía. Mi carta le fue dando pistas que le permitieron entregarme recursos, que por mi sola difícilmente (quizás) hubiera conquistado con tanto entusiasmo y amor. Mi Luna y Venus en capricornio algo descreídas la escuchaban con atención y respeto, pero yo, en el fondo todo lo sentía posible. Toda esa magia en el misterio de la vida, la energía, y el poder que habita dentro y fuera nuestro, alquímica, me fueron acercando a mi Sol en piscis, que por suerte en casa VI ( virgo) me permitieron ordenar y objetivar en mi cotidianeidad y servicios.
Tenía 15 años, cuando me sentó y me dijo, cerra los ojos y déjate llevar. Sentí un manantial de agua dorada caer sobre mí, veía caminos realmente hermosos repletos de colores y un sendero se abría paso. Así, sin más, fue mi iniciación en el Reiki, con su master intacto, hablamos de los chacras, de la posibilidad de autosanarse, y del poder para reordenar la energía de todos nuestros campos energéticos.
Cerca de los 17 años fui a visitarla y me escribió en un papel 4 palabras, y me dijo: jamás le cuentes a nadie el poder de estas palabras, son secretas, y muy poderosas. Yo, sabiendo de su escuela hermética reí y asentí feliz, por que al contarme de dónde venían y el porqué de su uso, algo en mi resonó, y lo implementaba cada vez que mi adolescencia me lo permitía. Una vez, las quería usar y se me había olvidado una, yo realmente no podía recordar la palabra, entonces la llame y le pedí que me la dijera. Recuerdo que estaba enojada (era Ariana) porque no tenía “permiso” de repetirlas, pero le insistí en que era para un uso importante y me las recordó, así fue como aprendí y jamás olvide las palabras poderosas Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo y la historia hawaiana de la tribu Hakuna.
A medida que iba creciendo, y pasando de universidad en universidad, de carrera en carrea, iba ampliando mis conocimientos de terapias alternativas. Con mi Venus en capricornio (la dama de Hielo, según la astro clásica), hubo trabajos corporativos y de puestos jerárquicos a nivel nacional e internacional. Pero al sufrir un pico de estrés muy significativo e importante ( burnout) comprendí que respetando mi ciclicidad, mi ritmo, el de la vida, y por sobre todo mi vulnerabilidad; los procesos internos pueden atravesarse de un modo responsable, orgánico, amoroso y llevarnos a reconocer la grandeza que habita en cada uno de nosotros.
Fui explorando a mi niña interior y a mi luna Neptuno que me revelaron el don de la alta sensibilidad. Ser PAS (persona altamente sensible), sietemesina y un mellizo no nacido me concedieron sentir la fragilidad de la vida, sobre la impermanencia, la cantidad innumerables de miedos que nos insegurizan, bloquean, paralizan y estancan. Pero también, ser PAS junto con mi bisabuela y abuel@s aprendí a ver belleza de un modo sofisticado (sutil), de amor incondicional, de juegos, diversión, entender en profundidad a las personas, contagiar alegría, deseos de vivir y redescubrir la magia en la vida.
Mi deseo por seguir investigando el cosmos me llevó a dejar la astrología antigua atrás y estudiar astrología psicológica evolutiva en astroterapeutica. Emprender, siempre da más miedo que certezas, pero mis padres y herman@s, amig@s y colegas apoyaron y motivaron, Mii intuición me acompaño dar el salto de fé y a abrirme camino a ser autónoma y compartir todo mi saber innato, académico, y vivencial/experimental.
Hoy riego con amor e inspiración las semillas de tod@s los que me han guiado para estar aquí y florecer como la mujer que hoy soy. Creo que la noción de haber nacido fallados o incompletos es una creencia errada que nos aleja de estar presentes y en amor incondicional con nosotros mismos y el entorno.
Un síntoma crónico durante muchos años le permitió a mi guerrera interna (marte) en tauro a reconectar con la paciencia, y toda mi energía capricorniana con la perseverancia, y disciplina. Mi júpiter en piscis, dio el toque de gracia devolviendome la fe; en la vida, y en mi misma. Creer en los milagros, de que todo es posible. Si lo crees, lo creas.
Como Quirón, buscando sanar la supuesta herida donde la rendición es aceptar que lo que resistes persiste y lo que aceptas te transforma; podemos observar desde la conciencia los aspectos del sí mismo, que dan lugar en la realidad, a la puerta que se abre a resignificar la experiencia y/o emoción para sentir, contener y reflexionar con amor.
Mi nombre es Johanna Sanchez y te invito a creer, a tener fé, a confiar en la magia del sentido de la vida a inspirarte, y motivarte.
Que el dolor y la incomodidad se transformen en el puente que une el amor incondicional con la sabiduría en tu proceso evolutivo. Sin caos no puede haber cambio, sin cambio no puede haber transformación.
Te acompaño a autoconocerte, redescubrirte, y resignificar tu historia con amor. No sólo para potenciar tus talentos, dones, propósito y anhelos del corazón; sino también para regalarte a vos mism@ un mejor Estar Presente, tomando oportunidades o abrazar los desafíos y amarte como siempre lo soñaste.
Mi niña alguna vez soñó con cielos y estrellas, con guiar vuelos abiertos de rutas impensadas. Todos estamos atravesados por el mismo cielo. ¿Habrá turbulencias? Sí, pero el cielo siempre se despeja cuando aterrizas en tu corazón.
Tu niñ@ lo merece, y vos también.
Vamos juntos, que la tierra sostiene y el cielo guía a encontrar tu estrella interior y floreSer.
Deseo que Aime sea ese puente para que seas el alquimista en tu proceso evolutivo.
Te espero con el corazón abierto, amor y luz.
Bienvenidos a la magia del caos
Bienvenidos al Universo Aime